sábado, 18 de septiembre de 2010

Falta de ética


Una de las facetas del diseñador suele ser la fotomanipulación. Con las herramientas adecuadas, una buena materia prima y con conocimientos se puede lograr cualquier cosa a apartir de fotografías. No existe fotografía digital sin retocar: incluso al disparar la cámara, ésta procesa la imagen que capta su sensor de una forma determinada ajena al fotógrafo. Y luego siempre las postprocesamos (o casi siempre). Que si Gimp, que si Photoshop, que si...

Pero cuando hablamos de manipulación de imagen debemos tener en cuenta la ética profesional: una cosa es retocar porque así lo necesitemos, por estética u otro motivo, y el otro es manipular con fines propagandísticos, políticos o comerciales. Una cosa es poner al Rey con todos sus nietos juntitos (para la reunión familiar y queden todos muy monos) y otra cosa es la noticia aparecida ayer en El Periódico sobre una fotografía del presidente egipcio.

Creo que esto es pasarse y, en casos así, negarnos a trabajar. Igual que lo de "trucar" certificados, diplomas, firmas, documentación... que a más de uno nos habrá pasado.

Y es que estas son cosas propias de las dictaduras. En la extinta Unión Soviética ya se realizaba hace más de 50 años para eliminar personas de ciertas fotos según la conveniencia con el Gobierno, China las realiza asiduamente y Corea del Norte aún no está demasiado informatizada, pero el régimen socialista existente se sirve de la manipulación propagandítica igualmente.

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